• La formación sanitaria específica de alto nivel y actualización continua de los profesionales de la salud involucrados en el tratamiento de las principales epidemias del milenios: SIDA y Tuberculosis (TB);
• La “puesta en red” de los principales centros pediátricos de algunos países de la América Central que tratan niños con VIH y con TB;
• La informatización de los datos clínicos a través de la creación de un software de gestión y de una base de datos central en la cual utilizar las informaciones clínico-epidemiológicas y evaluar la eficacia de la intervención a través del monitoreo de indicadores de impacto (ejemplo: mortalidad, hospitalización, etc.);
• Involucrar a algunos centros participantes en algunas pruebas clínicas en colaboración con el grupo PENTA (www.pentatrials.org).